En Cedrillas, considerada “la capital del frío” en Aragón, la temperatura puede descender hasta los 30 grados bajo cero, lo cual, unido a la sequedad del ambiente, nos convierte en el lugar ideal para curar jamones de manera óptima y natural. Nuestras bodegas naturales se nutren de la temperatura exterior.
Aplicamos la filosofía de kilómetro 0. La Denominación de Origen Protegida Jamón de Teruel garantiza que todos los procesos se desarrollan dentro de la provincia. De este modo, se reducen considerablemente los desplazamientos, y con ello, las emisiones de CO2. Los cerdos nacen, se crían y sacrifican en Teruel, se alimentan con cereales naturales de aquí y, finalmente, los jamones son elaborados también en la provincia.